"Xiquets/es, aixina es la valencia fallera: fartons i horxata, taronges i llimones, paella valenciana, mascletàs, pirotecnia mil i molt a dir entre fusta i cartópedra."
Realmente es mucho más que todo esto; hay que probarlo, vivirlo, emborracharse, reirse y caerse al suelo tantas veces como hagan falta.
Hablo de correr detrás de los buscapiés que explotan y te hacen gritar aunq estén a mil de distancia, hablo de ver los mejores fuegos artificiales desde una esquinita entre edificios, hablo de andar y andar sin rumbo alguno durante la noche con una copita en mano, hablo de coger el metro para ir expresamente a tomar medio litro de horchata de la más auténtica de todas y pillar un empacho de fartons caseros.
Hablo de sentirte rodeado de gente especial y de tirarte una foto con un famosillo para enseñarla por ahí, hablo de madrugar para ir a ver la última mascletà y no llegar a tiempo, hablo de tirarse tresmilquinientas fotos poniendo cara de falla y dedicale sólo unas cuantas a aquellas fallas más originales.
Finalmente hablo del quedarte hipnotizado viendo desaparecer tus fallas favoritas entre llamas y sentir que realmente la fiesta se esta consumiendo con ellas.
Eso es ir a las fallas de valencia! que para mí, además de ser una experiencia inolvidable, ha sido un reencuentro genial con mis queridos meninos lisboetas y una aventurilla más para recordar con mis compis de viaje. Nada como pegarse un viaje por carretera de 3-4 horas ida y otras 3-4 vuelta con 3 amigos, un GPS con voz seductora y 4 canciones de movil a modo radio-cd. (Os dedico la que por excelencia fue la reina del viaje ;)