lunes, septiembre 11, 2006

Aires cambiantes y restos de arena en los pies


Noto ya la llegada de nuevos aires de cambio que me rodean y hacen que los volantes de mi falda bailoteen por si solos.
Me paro a ratos en el camino, el que retomé a la vuelta de mi desvío lisboeta, y me fijo en las cosas que han cambiado desde que comencé a caminar,casi a empujones al principio.
Parece que no, pero ya esta llegando el cambio de estación, y con él, mi paisaje de ayer se transforma. Poco a poco las hojas se van cayendo, todo sigue igual aparentemente pero esta cambiando, ahora ya es diferente.

Hace poco me despedí de alguien que siempre había caminado a mi lado. Justo antes de desviarse nos hizo recordar a todos lo mucho que habíamos caminado juntos y lo mucho que nos queda a cada uno de nosotros por caminar.
Con las despedidas siempre descubrimos algo en nuestro interior: descubrimos una nueva parte de nosotros que fue construida gracias a la persona que marcha, descubres el verdadero cariño entre personas, la verdadera amistad.. En este caso descubrí de nuevo, aparte de todo eso, lo importante que son mis hermanos para mí y su presencia a mi paso. Comprendí del todo lo que ellos sintieron a mi marcha y todos aquellos de los que siempre me rodeaba. Un cambio que sin duda modifica el entorno, y nos mueve a todos de sitio.

Llega la vuelta al cole y con él, el olor a libros nuevos. Parecerá una tontería, pero a mí, el olor a nuevo y al plástico del forro con el que ayer le forraba los libros a mi hermano pequeño, me recuerda aquellos nervios de estómago del día antes de empezar. Para mí siempre significó un cambio importante, un curso más, un año más en mi vida, nuevas cosas, nueva gente, nuevas aventuras y objetivos que cumplir, esperanzas para todo, capaz de todo. Un reset en toda regla. Qué ganas de empezar, ahora cojo carrerilla...
Entre mis amigos las relaciones han cambiado y mientras yo cogía un atajo, ellos aceleraron el paso y de nuevo los encuentro iguales, pero diferentes, más grandes, más independientes: mejores. Ahora avanzamos de nuevo por el mismo camino, al mismo paso.
Yo, por mi lado, cuando ellos se despistan, me tomo la libertad de pararme a observarlos a todos: ver como mi hermana sonrie y hace sonreir a su buen complemento circunstancial de compañia ;P, ver como mis amigos se matan a carcajadas con paridas ingeniosas, cierro los ojos para sentir el beso de moflete alegre de mis padres cuando aparezco por casa los findes y aprovecho para prestar atención de oidos para escuchar la voz de los que quiero y me quedan lejos...
...Entonces hundo mis pies en la arena y siento los restos del ayer que me siguen hacendo sonreir.

PD: Un besazo a todos!!